Dos poderes sobre todo son los que al ingenuo hombre natural lo elevan hasta el olvido de sà que es propio de la embriaguez, el instinto primaveral y la bebida narcótica. Las fiestas de Dioniso no sólo establecen un pacto entre los hombres, también reconcilian al ser humano con la naturaleza. De manera espontánea ofrece la tierra sus dones, pacÃficamente se acercan los animales más salvajes. El esclavo es hombre libre, el noble y el humilde de cuna se unen para formar los mismos coros báquicos. El ser humano no es ya un artista, se ha convertido en una obra de arte, camina tan extático y erguido como en sueños veÃa caminar a sus dioses. Asà como la embriaguez es el juego de la naturaleza con el ser humano, asà el acto creador del artista dionisÃaco es el juego con la embriaguez. Cantando y bailando manifiéstase el ser humano como miembro de una comunidad superior. Más aún: se siente mágicamente transformado, en el resuena algo sobrenatural. Se siente dios: todo lo que vivÃa en su imaginación, ahora eso él lo percibe en sÃ. Friedrich Nietzsche
Siempre que se busca algo se lo encuentra en el último lugar dónde se lo busca.
posted by orlando-torrecuadrada @ 9:56 AM
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Lo más absurdo es que a algunos le causan gracia ese tipo de obivedades sentenciosas, cuando no se agredecen de vaya uno a saber qué sabiduría oculta que encierran.
Ya se sabe, nunca falta uno que descubre América justo donde se la dejaron los Vikings.
-... perdí mi "loquesea"
-Dónde?
Dios, que alguien los golpee.-
Juaaaaaaaaaaaaaaaa, usted acaba de hacerme reir, y mucho.
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